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¿Cuál es el peso de la recesión en el flujo de inmigrantes?
El Banco de España, en el documento ‘Comportamiento cíclico de las entradas y salidas de inmigrantes’ que incluyeinforme mensual de mayo, cuantifica el efecto de la crisis en la llegada y la salida de extranjeros. La coyuntura española ha sido clave en el cambio de tendencia del último año, pero no el único motivo que ha hecho variar los flujos migratorios, según informa el diario económico expansión.
La inmigración ha supuesto la gran revolución demográfica de la última década. En quince años, los extranjeros han pasado de representar el 1% de la sociedad española al 12,2% (con datos de principios de 2010). Pero si en 2007 su llegada alcanzaba las 75.000 personas al mes, este año se ha aproximado a niveles cercanos a cero. Con estos datos, el Banco de España ha querido poner cifra a los motivos del recorte.
Según sus cálculos (a partir de datos de entradas y salidas entre 1980 y 2004), la coyuntura económica del país de destino tiene evidentemente la clave. En concreto, estima que por cada punto porcentual adicional de crecimiento económico en el país de llegada, la inmigración recibida aumenta más de un 10%. “Esto sugeriría que, una vez se ha tomado la decisión de emigrar, la elección del país concreto de destino está estrechamente relacionada con el crecimiento económico de los potenciales países de acogida”, afirma el organismo. Eso sí, matiza, el peso es mucho mayor para migraciones temporales que para las permanentes.
Pero hay más elementos que resultan importantes. ¿Por ejemplo? Las diferencias entre el PIB per cápita entre el país de origen y el de destino, el tamaño de la comunidad inmigrante en el país de acogida…
Teniendo en cuenta estos aspectos, el organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez señala que si España hubiera registrado en el periodo analizado (1998-2004) un comportamiento más moderado, en línea con los países de la OCDE, “la entrada de inmigrantes hubiera sido un 14% inferior a lo largo del período considerado, esto es, unos 461.000 inmigrantes menos”. Según el Banco de España, no sólo hubiera pesado el efecto de un PIB menos dinámico, también el hecho de que hubiera menos inmigrantes (menos efecto llamada de unos a otros).
¿Dónde está la puerta de salida?
Claro que la crisis no sólo ha paralizado la entrada de inmigrantes, también ha servido de impulso para la salida. “Sin embargo, en este caso, el efecto del ciclo económico en el porcentaje de inmigrantes que finalmente abandonan el país de destino al cabo de un tiempo de residencia es menos claro”, asevera el informe.
Por un lado, la escasez de registros sistemáticos de salidas de extranjeros (normalmente no se dan de baja del padrón) impide un análisis certero sobre la magnitud de los retornos o cambios de destino. De acuerdo con sus cálculos, la tasa de salida media (en los primeros años de estancia) sería del 18%. Eso sí la brecha entre unos países de origen y otros es muy grande: mientras los inmigrantes provenientes de Norteamérica alcanzan en 37%, los de Ecuador, Bolivia y Perú, se sitúan en el 12%.
Así, el Banco de España señala que “se observa que los inmigrantes procedentes de los países más ricos son los que experimentan mayores salidas”. Pero también “se observa que los inmigrantes que se localizan en las provincias españolas con menor PIB per cápita muestran una mayor tasa de salida, lo que podría estar motivado por el peso que la agricultura presenta en estas provincias, de forma que los inmigrantes temporales dedicados a este sector estarían sobrerrepresentados”. Además, se aprecia una cierta sensibilidad de la tasa de salida al ciclo económico de origen.
Pese a todo esto, según indica, el factor más relevante el nivel de llegada de extranjeros del año anterior (las salidas se producen en mayor medida al poco tiempo de llegar). “De acuerdo con estos resultados, se esperaría por tanto que en 2010 las salidas continuaran reduciéndose, ya que las entradas de 2008 y 2009 presentaron caídas significativas respecto a años anteriores”, concluye.
¿Cuánto ahorro en la declaración de la renta si contrato a un asesor fiscal?
Interesante artículo sobre la declaración de Renta y los asesores fiscales, publicado en el portal financiero Invertia.
Les recordamos que la campaña de la Renta 2009 finaliza el próximo 30 de Junio. Para más información contacte con nuestro departamente fiscal.
La campaña de la Renta obliga cada año a los contribuyentes a realizar numerosas gestiones administrativas y financieras, que se convierten en un quebradero de cabeza al sobrecargar sus ya de por sí ocupadas agendas. Aunque muchos contribuyente optan por cumplimentar el programa PADRE por su cuenta, utilizando el apoyo de la Agencia Tributaria o de entidades financieras, cada vez son más las personas que acuden a un asesor fiscal para cumplir con sus compromisos tributarios. La gran pregunta es ¿resulta rentable el asesoramiento de estos despachos fiscales? y ¿cuáles son las principales ventajas de utilizar estos servicios?
En general, estos profesionales agilizan el trámite y optimizan las devoluciones, a cambio de unos honorarios. Según los expertos, hay muchas razones de peso que pueden llevar a los ciudadanos de a pie a acudir a un profesional de la fiscalidad para que le ayude con la declaración de la Renta. La primera de ellas son las deficiencias y limitaciones que ofrecen los servicios gratuitos que prestan muchos organismos tributarios, autonómicos o entidades financieras.
Conviene tener en cuenta que una gran mayoría de los profesionales que prestan los servicios de asesoramiento fiscal básico en organismos oficiales y entidades financieras se forman en cursos de dos a tres meses previo a la campaña. En la mayoría de los casos, estos supuestos asesores públicos y bancarios tienen muchas lagunas sobre la normativa tributaria, con lo que en muchos casos no ayudan a optimizar la factura fiscal.
Otro elemento a tener en cuenta es la escasa exactitud y fiabilidad que en ocasiones ofrecen los borradores y los datos fiscales facilitados por la Agencia Tributaria y que sólo un buen fiscalista es capaz de clarificar. Aunque muchas de las equivocaciones han sido corregidas en los últimos ejercicios, es rara la campaña que no aparecen nuevos fallos.
Agilización de las devoluciones
Otra ventaja que se obtiene al utilizar los servicios de un despacho fiscal especializado es que se agiliza la tramitación y en su caso las devoluciones. Esto es debido a que la mayoría de los profesionales dedicados al asesoramiento tributario, a través de los distintos colectivos a los que pertenecen, tienen firmados acuerdos con la Agencia Tributaria, que permiten, la presentación por Internet de las declaraciones del IRPF de sus clientes.
Además, el asesor fiscal suele ofrecer a los contribuyentes soluciones concretas a problemas u operaciones que haya realizado y que desconozca como deben tributar en el IRPF, al tiempo que puede orientarles sobre cómo incluirlas en la declaración anual del IRPF, todo ello, con garantía.
Existen muchas cuestiones o elementos de la liquidación del IRPF que deben ser repasados y para optar por la solución correcta nada mejor que acudir a aquellos profesionales que tienen el conocimiento óptimo de la materia. Por ejemplo, este punto resulta especialmente importante a la hora de asegurar la correcta aplicación de la deducción por adquisición de vivienda habitual; que figuren todas las cantidades invertidas, incluidas los gastos de notaría, registros, etc. Que la titularidad de la vivienda y del préstamo sea el correcto y por lo tanto, la individualización de la deducción también sea la correcta.
Además de todo ello, el asesor ayuda al contribuyente para comprobar si se ha aplicado correctamente los saldos de la cuenta vivienda en la declaración. También para comprobar la aplicación de la casilla de la compensación de la deducción por adquisición de vivienda habitual, para las compradas antes del 20 de enero de 2006. También son de gran ayuda para asegurar que se han imputado e individualizado correctamente los intereses de cuentas bancarias y depósitos financieros.
De igual forma, el asesor aconseja para elegir correctamente cuando interesa más la tributación conjunta y cuando la individual. También para que se imputen correctamente los rendimientos del trabajo y en su importe total y sin duplicaciones. Para que se refleje correctamente la titularidad catastral, las siempre difíciles de declarar ganancias y pérdidas patrimoniales sin perjudicarnos a la hora de realizar su cálculo. Y para asegurar la correcta aplicación de los mínimos por descendientes, de la deducción por maternidad.
No obstante, en cualquier caso cabe recordar que siempre será el contribuyente el responsable de los datos y de la declaración del IRPF presentada. La diferencia es que en caso de contingencia fiscal, siempre el profesional del asesoramiento tributario que le ha realizado la declaración, le atenderá y solucionará esa contingencia que requerirá en su caso gestiones específicas con la Agencia Tributaria.
Gasto que sale rentable
Los técnicos fiscales hacen hincapié en que en la mayoría de los casos los honorarios profesionales abonados por la confección de su declaración del IRPF sale rentable y más cómodo ya que permite a los contribuyentes evitar sobresaltos y ahorrar, en determinadas operaciones por la correcta declaración de las rentas obtenidas.
Estos profesionales tratan de dar el mejor y más conveniente consejo para cada situación, tras recibir toda la información del contribuyente que acude a los despachos profesionales y aplicar la normativa tributaria con el conocimiento adecuado y especializado.
Precauciones al elegir al profesional
A la hora de acudir a un asesor fiscal, también se deben tener una serie de precauciones:
1) El valor añadido del profesional tributario es su conocimiento y preparación, por ello, debe acudir a profesionales que pertenezcan a colectivos profesionales que garanticen su formación, titulación, responsabilidad y su práctica con criterios deontológicos.
2) Solicite siempre un presupuesto previo de los servicios que se van a prestar.
3) Exija posteriormente la factura de los servicios pagados.
4) Exija el comprobante de la presentación de su declaración del IRPF, con la correspondientes copias de la declaración.
5) Acuda al asesor fiscal, con la suficiente antelación para que se pueda analizar su documentación. No lo deje para el último día.
6) No oculte ningún tipo de información al profesional que elija para el asesoramiento. Sus servicios son para ayudarle.
En cuanto a posibles desventajas, la única existente vendrá dada por los honorarios establecidos para la confección de la declaración del IRPF, frente a los servicios gratuitos de los organismos públicos y de algunas entidades financieras.
En este apartado, siempre tenga en cuenta, a la hora de optar por uno u otro presupuesto, el tipo de profesional en el que va a depositar su confianza, según lo indicado anteriormente, ya que en estos casos, no sólo se trata de elaborar la declaración sino de poder ser posteriormente asesorado de posibles contingencias que puedan ser objeto de reclamación o comprobación por la Agencia Tributaria.
La inmigración no es el problema
Interesante artículo publicado en El Periódico de Aragón
Esta población es responsable de un 30% del crecimiento del PIB español en estos últimos años
La postura del Ayuntamiento de Vic de no empadronar los inmigrantes que no estuvieran regularizados con un empleo, aunque desechada tras el informe en contra de la abogacía del Estado, ha ocasionado la reaparición de un debate sobre la inmigración, muy peligroso cuando el desempleo ha pasado a ser el primer problema de los ciudadanos y el sentimiento de que los escasos trabajos a repartir deben ser para los autóctonos, está a flor de piel. Cuando la racionalidad debe primar, el PP aprovecha la circunstancia para desgastar al Gobierno con mensajes como “no cabemos todos”, o esto es consecuencia del “papeles para todos”, ” hay que reformar la ley de extranjería” aprobada hace apenas un mes por abrumadora mayoría en el Congreso, para prohibir por ley la regularización; parece ser que desconocen el pacto sobre Inmigración y Asilo de la UE suscrito por España.
Como ya es costumbre, los dirigentes populares, sin calcular las consecuencias sobre los intereses generales del país y sin tomarse siquiera la molestia de perfilar sus alternativas, hacen populismo con el único interés de sacar réditos electorales. Ya lo hicieron en la campaña de las elecciones generales pasadas cuando Mariano Rajoy propuso un contrato para que los inmigrantes asumieran nuestras costumbres, confundiendo derechos y deberes que deben ser iguales para todos, con costumbres. El hecho real es que la inmigración en España ha pasado de suponer el 1´8% hace diez años, menos de un millón, al 12% de ahora; hemos pasado de ser un país emisor a receptor de casi seis millones de personas.
HAN SIDO UN ACTIVO importante de nuestro desarrollo con una enorme voluntad de trabajo, claramente reflejada en la alta tasa de actividad, cercana al 77,5%, veinte puntos por encima de la media de la población autóctona. Ellos cubren gran parte de las actividades agrícolas, de atención a las familias, de construcción, hostelería, transporte y otros muchos oficios del sector servicios que difícilmente cubríamos con nuestros trabajadores. Ellos son responsables de un 30% del crecimiento de nuestro PIB en estos últimos años.
Pero además, han resuelto en parte, uno de los problemas históricos de nuestro mercado de trabajo, la escasa movilidad geográfica y funcional: ellos por la necesidad de trabajar y por el escaso arraigo familiar, cuadruplican a los autóctonos en la disponibilidad para desplazarse por toda la geografía española, lo que en esta época de crisis supone mayor disponibilidad para ocupar huecos del mercado laboral en su lucha contra el desempleo. De la misma manera la mayor preparación de algunos de ellos no les ha impedido asumir empleos menos cualificados y mejorar paulatinamente. Cuantas familias de nuestras clases medias han visto en ellos la ayuda para cuidar a nuestros hijos y mayores.
Pensar en la reactivación económica estigmatizándolos o culpándoles de la crisis, es un disparate que crece en todos los países receptores de inmigración, los prejuicios que valoran a los inmigrantes como personas que quitan el trabajo a los autóctonos, están a la orden del día. Todos los organismos internacionales alertan sobre este peligro que puede generar tensiones xenófobas y dificultades para mantener la cohesión social. Es obligación de las instituciones públicas y de la sociedad civil, combatir estas ideas, evitar mensajes que señalen a la inmigración como causante o agravante de la crisis. Por eso es inoportuna la posición de algunos ayuntamientos cuando justifican la limitación de los empadronamientos por el aumento de costes en los servicios (sanidad y educación sobre todo) porque hacen diferencias entre población autóctona e inmigrante cuando más precisa mejorar la convivencia, gestionar la diversidad y potenciar la integración.
Situar la inmigración entre los principales elementos del debate electoral como dice Alicia Sánchez Camacho, responsable del PP en Cataluña, es muy arriesgado para el conjunto de la sociedad, sacar un puñado de votos por esa vía, es de un populismo soez.
Diputado socialista por Zaragoza
Sigue creciendo el número de inmigrantes en España a pesar de la crisis
Hay 400.000 extranjeros más este año en el padrón municipal de habitantes. Los datos del registro administrativo de la población de los municipios correspondientes al último año, cuya versión definitiva el Instituto Nacional de Estadística ha publicado este domingo, reflejan que hay inscritos 5.648.671 foráneos en España, frente a los 5.268.762 del año anterior. Toda la población registrada es 46.745.807 y estos 5,7 millones suponen un 12% del total. Se contabilizaban escasos 350.000 en el año 91, un 0,9%. El último dato disponible del Ministerio de Trabajo e Inmigración, a día 30 de septiembre, cifra el número de extranjeros con permiso de residencia en 4.715.757.
Informatizado desde el año 1996, el padrón es un elemento estadístico de primer orden que desde entonces se actualiza constantemente. El INE recibe una media de 1.100.000 variaciones al mes. Tratan mensualmente cerca de 800.000 errores e incidencias con los ayuntamientos. Pero tiene un problema fundamental, según el director del Centro de Estudios sobre Migraciones de la fundación Ortega y Gasset Joaquín Arango, a la hora de contabilizar extranjeros, ya que esta cifra “puede estar sub o sobre dimensionada”. La población extranjera en España se ha multiplicado por 10 en la última decada.
Para empezar “los extranjeros se van mucho más que los españoles y cuando uno hace las maletas no piensa en darse de baja, que además no tiene ninguna ventaja de cara a una eventual regulación de inmigrantes”. Según El País, Los inmigrantes sin permiso de residencia permanente están obligados a renovar la inscripción cada dos años y si no se realiza, el ayuntamiento puede cursar la baja. De esta variable hay que descontar los cerca de 2 millones y medio de extranjeros de la Europa de los 27.
“En todo caso puede pasar un año con personas inscritas sin estar presentes e incluso hay indicios de extranjeros empadronados sin haber estado nunca presentes en España”, explica. Que en la regulación masiva de 2005 uno de los requisitos para acogerse al proceso fuera estar empadronado en algún municipio español antes del 7 de agosto de 2004 no ayuda.
Existe también el caso de duplicaciones, que aunque el INE revise al final de año los padrones, pueden darse errores, por ejemplo, debido a una mala grafía de los apellidos. Además no es seguro que todos los extranjeros residentes estén registrados “ya sea por desconfianza o ignorancia, las razones que sean”, supone Arango.
La comunidad rumana es la que más crece en España, con 67.076 registrados más durante 2009. Y también la más numerosa con 798.892 empadronados. Son seguidos de cerca por Marruecos con 718.055 y en tercer y cuarto puesto están Ecuador y Reino Unido con 421.426 y 375.703 respectivamente. Los mayores incrementos relativos se dan entre los paraguayos (20% aproximadamente), chinos (15,5%) y peruanos (12,5%), según datos de junio.
De la Vega reprocha al alcalde de Vic tomar decisiones fuera de la ley
La vicepresidenta primera del Gobierno, Maria Teresa Fernández De la Vega, recordó este martes al alcalde de Vic, Josep Maria Vila d’Abadal, que no es “razonable” que una corporación tome decisiones unilaterales que “no están en el marco de la ley” sobre el censo de los inmigrantes en una localidad.
“Hay que sujetarse a la ley”, señaló De la Vega en una rueda de prensa tras reunirse con representantes de la Federación Sindical Europea de Servicios Públicos (FSESP) contempladas en la ley.
Al ser preguntada por los actos de violencia racial que están teniendo lugar en la localidad italiana de Calabria, De la Vega se limitó a recordar que la inmigración tendrá prioridad durante la Presidencia española de la UE porque el Gobierno cree en la necesidad de avanzar hacia una política común en esta materia.
Recordó que, durante este semestre, el Gobierno tendrá que evaluar el pacto europeo sobre inmigración y que será en ese momento cuando se tratarán todas estas cuestiones y se marcará como objetivo prioritario avanzar en integración.
En la misma línea se manifestó la secretaria federal de la FSESP, Carola Fischbach-Pyttel, quien confió en alcanzar una posición común en el seno de la UE sobre los acontecimientos ocurridos en Calabria durante las reuniones que prevé celebrar el sindicato para la región mediterránea tanto en Italia como en España.
El INE detecta la entrada de más de 40.000 inmigrantes al mes pese a la recesión
La recesión ha frenado la entrada de inmigrantes. Pero el flujo continúa creciendo de forma importante pese a las dificultades para encontrar un puesto de trabajo. Los datos los acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE), y ponen de manifiesto hasta qué punto la inmigración continúa desbordando las previsiones. En concreto, y según las estimaciones del INE, durante los primeros nueves mses del año nada menos que 371.226 inmigrantes se han inscrito en los distintos padrones municipales. La horquilla se ha movido entre los 45.072 inmigrantes que se inscribieron en el mes de marzo y los 35.148 registrados en agosto, lo que da idea de la intensidad del fenómeno migratorio.
Esto significa que cada mes se inscriben (como media) 41.247 inmigrantes en los registros oficiales, lo que ha sorprendido a los estudiosos en cuestiones de inmigración, que esperaban un reflujo más importante en la entrada de inmigrantes en un contexto económico tan negativo como el actual: la mayor recesión en medio siglo. Los datos del INE se hacen a partir de un modelo econométrico, ya que las cifras del Padrón se conocen con algunos meses de retraso. No son, por lo tanto, inscripciones formales en los ayuntamientos, pero sí son un indicador adelantado de lo que va a ocurrir.
Según un importante demógrafo que prefiere guardar su identidad, estamos ante un fenómeno derivado en parte al hecho de que trasladarse de un país a otro forma parte de un ‘proyecto vital’, por lo que muchas decisiones se tomaron antes de que se conociese la virulencia de la crisis económica. O dicho en otros términos, ahora están registrándose en los padrones municipales –con papeles de residencia o sin ellos- aquellos ciudadanos que tomaron la decisión de viajar a España hace uno o dos años en busca de un puesto de trabajo.
Las cifras del INE revelan, en cualquier caso, un frenazo importante en la entrada de inmigrantes. Entre enero y septiembre del año pasado se inscribieron en España 568.162 inmigrantes, un 53% más que en el mismo periodo de 2009. Lo verdaderamente relevante, sin embargo, es que al mismo tiempo que siguen entrando muchos inmigrantes, la salida del número de trabajadores extranjeros se ha acelerado de forma notable ante las dificultades para encontrar o mantener un puesto de trabajo. Según los datos más recientes de Estadística, nada menos que 316.873 trabajadores extranjeros fueron dados de baja en los padrones municipales durante los nueve primeros meses del año. La horquilla, en este caso, se mueve entre un máximo de 38.292 inmigrantes que fueron dados de baja del padrón en septiembre y los 31.946 de agosto.
Esta salida intensa en el número de inmigrantes ha podido compensar la llegada de extranjeros, y gracias a ello el saldo migratorio neto (relación entre los ciudadanos extranjeros que entran en el país y los que salen) ha caído en picado. Aún así, en los nueve primeros meses del año el padrón municipal ha registrado un aumento de 54.353 nuevos inmigrantes en un contexto extremadamente difícil desde el punto de vista de la actividad económica.
Hito histórico
La cifra es, en cualquier caso, notablemente inferior a los 443.930 inmigrantes que entraron en 2008 (saldo neto) para el conjunto del año o los 716.257 nuevos inscritos en 2007, año que marca un hito en cuanto a entrada de ciudadanos extranjeros coincidiendo con un ejercicio de fuerte crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).
La entrada neta de población inmigrante explica, en cualquier caso, cerca del 40% del crecimiento de la población a lo largo de este año. Las estimaciones del INE indican que la población actual de España -con datos hasta el mes de octubre- se sitúa en 45.967.632 personas. O lo que es lo mismo, 139.460 ciudadanos más que al comenzar el año 2009.
El INE publica la información sobre la entrada de extranjeros a partir del flujo mensual de inmigrantes que proporcionan las Estimaciones Mensuales de Coyuntura Demográfica (EMECO), concretamente las referidas a las variaciones padronales identificadas como entradas en España procedentes del extranjero. Se trata, por lo tanto, de una estimación que posteriormente es confirmada con datos reales. Estos modelos demográficos son los que sirven para estimar el crecimiento de la población activa, y de ahí su importancia en términos económicos.
La crisis provoca el primer descenso de población inmigrante en 13 años
En algún momento terminan las ilusiones. Hace ya dos años que el mundo entró en crisis. Como lo hizo España. El efecto llamada se ha mantenido y la población inmigrante no había dejado de crecer, pese a las continuas bofetadas de la economía doméstica. Hasta ahora. La encuesta de población activa (EPA) desveló ayer que, por primera vez en 13 años, desde el tercer trimestre de 1996, hay menos inmigrantes viviendo en España que los que había en el registro anterior.
El saldo, la diferencia entre los que han llegado y los que se han ido, es pequeño pero negativo. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que elabora estimaciones paralelas al padrón oficial para sus estadísticas, apuntan que la población inmigrante a finales de septiembre era de 5.342.800 personas, 17.100 menos que en junio.
Los inmigrantes latinoamericanos han protagonizado esta reducción. Hay casi 30.000 inmigrantes menos. Son los únicos que han visto mermada su población en España, junto a un modesto descenso de los europeos extracomunitarios, con una baja de 700 personas. La población de la Unión Europea, en cambio, ha aumentado en 10.000 personas. Otro de los orígenes más proclives para abandonar el sueño español es Marruecos, aunque la estadística del INE los incluye sin detallar en el resto del mundo.
“Es una sorpresa que haya tardado tanto en manifestarse este cambio de tendencia”, explica Valeriano Gómez, ex secretario de empleo del Gobierno con Zapatero y ahora en el Instituto Universitario Ortega y Gasset. Le sorprende que desde el tercer trimestre de 2007, cuando la crisis ya asomaba las orejas, hasta el trimestre actual, la población activa haya aumentado en 600.000 personas. “Y ha sido un aumento impulsado por inmigrantes”.
Miguel Pajares, de la Universidad de Barcelona, destaca el importante retorno, por ejemplo, de rumanos, y cómo se ha congelado la entrada de latinoamericanos en el país.
Este descenso de población se ve reflejado también en el cómputo de la población activa de extranjeros. Desciende en 51.800 personas, un 1,4% respecto al trimestre anterior. En tasa interanual crece el 2,14%.
El saldo negativo que refleja la EPA, tanto en los extranjeros activos como en su población global, responde a un frenazo en seco de las llegadas unido a un incipiente aumento de los que abandonan el país. “Ahora sí hay más gente que abandona el país, pero no es tan fuerte como para explicar este cambio. Cuesta mucho regularizar tu situación como para abandonar cuando las cosas empiezan a ir mal”, sigue. Gómez considera que quienes abandonan el país vuelven a sus países. “No hay ninguna economía donde esté creciendo el empleo”.
Los planes para facilitar la repatriación de inmigrantes del Gobierno español no han funcionado además como se esperaba.
Las autorizaciones de trabajo a extranjeros que cataloga el Ministerio de Trabajo e Inmigración reflejan el parón en la entrada de trabajadores. En 2007 se concedieron 239.714 permisos de empleo a gente que carecía de él. En 2008, la cifra cayó hasta los 119.240. Entre enero y marzo de 2009, sólo 9.414. La demanda de visados cayó. Y la construcción, gran motor de los permisos, dejó de necesitarlos.
“El papel de la construcción con los inmigrantes es muy criticable históricamente”, explica Gómez. En el último trimestre de 2007, la edificación ocupaba a unos 670.000 extranjeros en el tercer trimestre de 2007. Ahora es la mitad, unos 295.000. En el mismo periodo, los extranjeros han perdido en total 265.000 empleos. Pero hay un sector que no los ha dañado. En estos dos años de crisis, su empleo en los servicios ha aumentado en 118.000 empleos, según informa El País.
El Congreso aprueba la reforma que endurece la ley de Extranjería
El Pleno del Congreso, según informa El País, ha aprobado hoy la reforma de la ley de extranjería, que permite que las ONG y entidades privadas asumir la tutela de los menores extranjeros no acompañados y amplía el plazo de internamiento de 40 a 60 días. La nueva norma ha contado con los 185 votos favorables del PSOE, CiU, CC y PNV; 146 en contra de PP, IU-ICV y ERC, y 4 de abstención del Grupo Mixto.
Durante el debate parlamentario del proyecto, que ahora pasará al Senado, el PP ha anunciado que reformará la ley en cuanto tenga la ocasión de hacerlo. En posteriores declaraciones a la prensa, la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, ha anunciado que el Ejecutivo ya está trabajando en la modificación del vigente reglamento de extranjería, que se aprobó en diciembre de 2004.
Negociación con PNV
El PSOE, tras negociar con el PNV, ha aceptado modificar el proyecto de reforma de la Ley de Extranjería en un punto polémico: el plazo máximo que los inmigrantes pueden permanecer en los centros de internamiento antes de ser expulsados. La nueva ley amplia ese plazo de los 40 días actuales a 60 días; pero, además, el proyecto inicial preveía que el plazo quedaría en suspenso -por tanto, prorrogado- si el inmigrante pedía asilo o solicitaba el habeas corpus a un juez. Este importante matiz es el que ha sido eliminado a última hora, de modo que el plazo máximo será 60 días de internamiento y ni uno más.
La diputada socialista Esperanza Esteve, que defendió el texto, aseguró que de las 732 enmiendas presentadas por los distintos grupos parlamentarios se han incorporado 300, lo que supone un 40% del total, y lo que a su juicio demuestra “el esfuerzo de aproximación que hemos hecho con todos”.
El diputado de CiU Carles Campuzano y el de CC José Luis Perestelo justificaron su apoyo a la nueva Ley de Extranjería en que el texto recoge gran parte de sus enmiendas, que en el caso de los nacionalistas catalanes blindan las competencias en inmigración que recogen los estatutos de autonomía de Cataluña y de Andalucía, y en el caso de los nacionalistas canarios suponen que las comunidades autónomas, ONG y fundaciones podrán tutelar a menores extranjeros no acompañados que sean trasladados desde Canarias.
El diputado del PNV Emilio Olabarría resaltó las mejoras introducidas a este proyecto del Gobierno en su trámite en el Congreso y anunció que su grupo, en el trámite del Senado, intentará de nuevo introducir cuestiones como la concesión de permiso de residencia y trabajo a las mujeres víctimas de violencia de género, aunque no exista sentencia condenatoria al agresor, así como la distribución equitativa de menores extranjeros no acompañados entre las comunidades autónomas.
Los parlamentarios de IU-ICV y ERC Joan Herrera y Joan Tardá, respectivamente, expresaron su rechazo a esta ley por la ampliación de 40 a 60 días del internamiento de los extranjeros irregulares y por la imposibilidad de los inmigrantes residentes a reagrupar a sus padres si tienen menos de 65 años.
Los nacionalistas y la izquierda piden al Gobierno que suavice las restricciones a la inmigración
El Pleno del Congreso ha rechazado hoy las enmiendas a la totalidad planteadas a la nueva Ley de Extranjería.- Ahora empezará la negociación
Aunque el PSOE ha logrado superar la primera barrera en el Congreso de los Diputados para la aprobación de la nueva Ley de Extranjería al lograr, gracias al apoyo de CiU y Coalición Canaria, rechazar las enmiendas a la totalidad planteadas por el PP, PNV y ERC-IU-ICV, los socialistas se verán obligados a negociar con los demás grupos, que han exigido “cambios profundos” en el nuevo texto, según informa El País.
Durante su intervención en el Pleno, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha asegurado que el Ejecutivo “tiende la mano a los grupos parlamentarios para incorporar las mejoras necesarias” y ha subrayado la necesidad de aprobar una reforma, que ha tildado de “necesidad de Estado”, y que consolida la inmigración legal y ordenada y la adapta a las necesidades del mercado de trabajo.
El PP, pese a haber expresado su voluntad de alcanzar un acuerdo con el PSOE, aunque ello “dependerá de su altura de miras [de Corbacho], ha asegurado, en boca de su portavoz Rafael Hernando, que la política migratoria del Ejecutivo ha pasado del “papeles para todos a problemas para todos” y sus regularizaciones “masivas” tampoco han servido, dado que el actual número de irregulares ronda “el millón, según un sindicato”.
Pero para la aprobación de la reforma de la Ley de Extranjería, será necesario el acuerdo con los nacionalistas y la izquierda, que han pedido al Gobierno que suavice las restricciones a la inmigración. Desde las filas del PNV, Emilio Olabarría ha criticado “la concepción parternalista del extranjero que rezuma la redacción del texto”. El portavoz de ICV, Joan Herrera, ha dicho que el texto está “diseñado para poder llegar a un acuerdo con el PP” y ha añadido que lo más importante en estos momentos es garantizar la “cohesión social”, algo que a su juicio se consigue otorgando el derecho al voto a todos los inmigrantes. Por su parte, el diputado de ERC Joan Tardà ha asegurado que el documento “no está a la altura” de un Gobierno de izquierdas”.
Contra los 60 días de internamiento
La ampliación de 40 a 60 días del plazo máximo de estancia en los Centros de internamiento de Extranjeros ha sido una medida muy criticada tanto por el PNV como ERC e ICV, que han recordado que los sin papeles están retenidos en estos centros únicamente por una falta administrativa. Además, coincidieron en señalar que el proyecto de ley vulnera los derechos de los inmigrantes.
Para Ana Oramas (Coalición Canaria), el texto del Gobierno “sirve de base para el debate, pero está muy lejos de tener el apoyo de esta formación por su graves lagunas”, especialmente por dejar que “Canarias afronte en solitario la atención a los menores inmigrantes no acompañados”. Por último, el BNG ha afirmado que “hay muchas cuestiones que hay que mejorar, como el tiempo de internamiento, la reagrupamiento familiar y el derecho a la educación”.